miércoles, 1 de junio de 2011

Estado del huerto tras dos meses de plantación.

Tras los pertinentes cuidados, en concreto, este fin de semana hemos movido toda la tierra que circunda cada una de las plantas, con sumo mimo y cuido hasta el punto de quedar suelta y esponjosa, el huerto presenta un inmejorable aspecto y estado de crecimiento. Observen:

Cebollas y lechugas: Las cebollas crecen frenéticamente y las lechugas ya están siendo deglutidas, en concreto, ya hemos consumido siete, lo que nos aboca a una pronta e irremediable plantación extra. La calidad de la lechuga es extraordinaria, aunque hemos alcanzado la conclusión de que es mejor no atarlas, pues las hojas exteriores tienden a perjudicarse. Conste para la próxima hornada.


Berenjenas: Nuestro temor inicial era infundado, pues a pesar del estancamiento denunciado en precedentes posts, actualmente han tomado un ritmo de crecimiento más que razonable, siendo su estado de salud inmejorable.

Pepinos: Hemos optado por dirigirnos en lineal con la instalación de riego, y su crecimiento es espectacular.

Pimientos: Reproducimos los comentarios realizados sobre las berenjenas, pues si bien al principio no crecía, ahora está incluso comenzando a echar flores, y hemos detectado el primer nacimiento del primer pimiento en una planta.

Tomates: Exuberantes y sanos. Ya llevan tiempo en floración y ya están los tomates fuera engordando.



Calabacines: Como se observa, pletóricos. Ya están todos fuera, ahora comenzará una cosecha sucesiva, previéndose para el próximo fin de semana los primeros. Los sacaremos con un tamaño de aproximadamente 15 cm (este domingo estaba sobre 8-10).



Zanahorias, guisantes, patatas y ajos, cebollinos y habas: en lo que denominados "huerto de invierno", hemos de significar que este fin de semana pasado hemos levantado todos los cebollinos restantes (una bolsa entera), y las habas las hemos triturado para fijar nitrógeno al suelo, arando el terreno. Los guisantes los hemos tutorados, las zanahorias las vamos a dejar crecer a ver que tal (pues las que hemos levantado sinceramente, son pequeñísimas), las patatas no parecen crecer más y los ajos, al igual que las zanahorias, creemos que necesitan más tiempo.


El riego de todo se mantiene desde hace quince días en dos tandas de diez minutos, una a primera hora de la mañana y otra a última de la tarde.

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