La Asociación de Ganaderos 19 de Abril de Salamanca ha iniciado una campaña de información ante lo que considera el azote de una auténtica plaga contra los encinares de la provincia. La expansión de un escarabajo que se alimenta de la madera del tronco podría poner en riesgo, según esta asociación, la pervivencia de uno de los ecosistemas productivos más específicos del campo regional, la dehesa.
Las denuncias de los ganaderos han comenzado a arreciar en las últimas semanas. Aunque desde hace tiempo sospechaban ante una mortalidad extrañamente alta de encinas en varios puntos muy focalizados, distintas investigaciones han confirmado que detrás de la mayoría de las muertes se encuentra el ataque de un coleóptero de la familia cerambycidae, denominado 'cerambyx cerdo', contra el que por el momento es imposible luchar, al ser una especie protegida por la normativa comunitaria.
Aunque las dehesas charras se han demostrado como un ecosistema de gran eficacia para la cría extensiva de cerdos, especialmente ibéricos que se alimentan de las bellotas, la presencia de este otro 'cerdo' está poniendo en jaque al sistema productivo, ya que es capaz de devorar totalmente una encina en menos de tres años.
Según ha señalado la Asociación 19 de Abril, a partir del corte de varias de las encinas secadas en los últimos años, los ganaderos han comenzado a percibir la presencia de larvas de este escarabajo en el interior de los troncos, constatando la acción totalmente destructiva de un insecto que se comporta con una gran voracidad.
Los escarabajos, una especie de gran tamaño y prolongadas antenas, ponen los huevos en el interior de la corteza de las encinas. Las larvas se desarrollan en las capas exteriores de los árboles para penetrar posteriormente. Para ello, realizan gruesas galerías de una anchura creciente, con las que van horadando en círculos concéntricos el tronco.
En las sucesivas fases de desarrollo del insecto es posible detectar su presencia, ya que las galerías van generando huecos en la encina apreciables desde el exterior y por los que normalmente se puede apreciar la salida de la savia del árbol. También, según señalan los ganaderos afectados, la presencia del insecto se deja notar en la acumulación de serrín a los pies del árbol infectado.
La acción de las larvas vacía el tronco de la encina hasta que el árbol pierde toda su fuerza y acaba por morir, también víctima de hongos y otras enfermedades ante la desprotección. Los ganaderos aseguran que otras veces incluso la encina llega a partirse ante una racha de aire, algo totalmente inédito en esta especie.
Según la primera cuantificación, el escarabajo podría afectar ya a una superficie de 6.000 hectáreas de encinares de Salamanca en las comarcas de Tamames, Vitigudino y Ciudad Rodrigo.
La Asociación 19 de Abril ha exigido a la Junta que lleve a cabo un estudio detallado de las zonas afectadas y de los daños que produce el escarabajo, al tiempo que se considere la declaración de plaga para las zonas más afectadas. Asegura que si no se toman medidas de inmediato, el arbolado desaparecerá en pocos años. Por el momento, sobre la mesa de las administraciones no se contempla la declaración de plaga, aunque la Junta ha anunciado que en los próximos días comenzará la recogida de muestras.
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