Decididamente, las lluvias están cayendo como tienen que caer.

El presente año bate records. Tras haberse superado los 1.400 litros, las incesantes lluvias están favoreciendo las crecidas de los arroyos y el desarrollo de los huertos de invierno, al no registrarse prácticamente heladas.

La huerta por tanto progresa. Los cebollinos continúan en su turgencia acostumbrada, han nacido las habas, los ajos, el perejil, y los rebanitos y berros, continúan creciendo tras su pronta nascencia. Valga la descripción gráfica acostumbrada.

Cebollinos.

Habas

Perejil

Rabanitos

Ajos

Berros

Primeros progresos en el huerto de invierno.

La verdad, a pesar de que esta vez no apostamos demasiado por el éxito de la aventura, los berros y los rabanitos han germinado como por arte de magia, y marchan adelante con visos de prosperabiidad.

Como se aprecia en la imagen, los berros además de germinar, han comenzado su crecimiento y por dicha razòn, y dado que esta planta requiere suelos prácticamente encharcados, hemos programado 45 minutos de riego diario, a las 11.00 am, y la proxima semana veremos si realmente es acertada la medida o no.

Los rabanitos, como se ve, están creciendo con las lluvias que frecuentemente están regando el huerto sin ayuda de riegos programados. Esta planta será la primera que recolecte, dado que su ciclo es de 30-45 días. El resto de la siembra, salvo los cebollinos que se sembraron en plántulas, aún no ha germinado. Seguiremos esperando con impaciencia a las habas, las papas, las zanahoria, acelgas, remolachas y ajos.

Truenos, rayos y centellas.

El puente de la Inmaculada, cual avisaban las predicciones, fue pasado por agua, lloviendo sin cesar durante prácticamente los cuatro días, dejando la pluviometría anual por encima de los 1.200 litros, tal y como atestigua la afamada y muy nombrada tablilla del Bar Parada.

Los truenos retumbaban en la localidad y los rayos caídos en los aledaños de las casas de campo produjeron algunos efectos perniciosos en los sistemas eléctricos de más de una vivienda, en especial, en la de nuestro querido vecino J.R.C, cuyo inversor-cargador de onda senoidal modificada, quedó para el arrastre.

Como bien podrá colegir el lector, la situación invitaba al recogimiento, a la lectura, a la vida en familia y a la colocación de los tradicionales adornos navideños propios del adviento, dejándose para mejor ocasión los necesarios cuidados de huerta y poda.