lunes, 31 de mayo de 2010

Bar las Tinajas, el de Vicente.

Sin desmerecer al resto de establecimientos hosteleros de la localidad, pues en anteriores post hemos resaltado las exquisiteces culinarias tanto del Faro como del Bar Ramón, este fin de semana hemos tenido la ocasión de probar el buen gusto gastronómico de nuestro amigo Vicente, del Bar las Tinajas, siguiendo la recomendación de un parroquiano que literalmente me espetó "...Chacho, que hay de que darle de comer a todos los taberneros...".

Las recomendaciones me llegaron por diferentes vías, especialmente por la de unos amigos de Sevilla que compraron una casa en el pueblo, conocidos por su delicado paladar, los cuales me hablaron de lo sorprendente de la existencia de una cocina de altísima calidad en un pueblo tan pequeño; siguiendo su consejo, inmediatamente almorzamos en la agradable terraza exterior aledaña la plaza, degustando una inmejorable ensalada de ahumados, aderezado con un vinagre de cuarenta años, y un innovador y sorprendente plato consistente en presa de ibérico con almejas, todo, efectivamente, de inusitada calidad.

Tras seguir indagando, efectivamente, me confirman que Vicente es autor de recetas propias, gusta de investigar en nuevos conceptos, y que por ello, lleva a gala el ser el único restaurador de cocina de autor del pueblo; "delicatessens", como él mismo literalmente me refirió.

Las prisas impidieron a este Cronista explorar el inesperado universo culinario más allá de los citados ágapes, pero decididamente, emprenderemos una visita oficial a todos los restaurantes de la comarca para elaborar una apropiada y detallada Guía, de todo lo cual, daremos cumplida cuenta.

domingo, 23 de mayo de 2010

Cuarta entrega. Nueva línea de lechugas y plantación de tres naranjos.

Tal y como referimos en la anterior entrega, en la última visita al huerto dejamos preparada un séptima línea para su plantación; finalmentenos nos decidimos por las lechugas, pués permite un marco de plantación reducido razón por la cual, plantamos diez en la misma línea, y además, dado que dos de las tres sandías definitivamente no han salido adelante, en su lugar, colocamos dos plántulas de lechugas más. Dado que la lechuga requiere bastante agua, nos inclinamos por goteros de ocho litros.

Respecto al estado general del huerto en comparación con la semana anterior, no parece que hayan habido grandes avances, estimando que por exceso de agua (el aspecto ofrece excesiva humedad), a pesar de que en la pasada segunda semana ya habíamos reducido el tiempo de riego respecto a la primera.

En esta tercera semana, hemos programado una mayor reducción del riego, quedando establecido en quince minutos al dìa únicamente por la tarde. Las líneas de tomates la hemos cerrado en un 50%  y en referencia a la reducción de agua que le hicimos a las cebollas (cambiamos los goteros de 8 litros por los de 4), podemos concluir que ha sido un éxito pués las mismas se muestran saludables y erectas. El  próximo viernes, momento en el que volveremos al huerto con tremendas espectativas, veremos si realmente la causa de la ausencia de resultados es el exceso de agua.

Como resultado de nuestro acopio de información y posterior empirismo, podemos concluir con carácter provisional que:
- Las lechugas necesita mucha agua.
- Los tomates, en fase de crecimiento, muy poca, es casi mejor no regarlos.
- Los pimientos, mucha agua.
- Las cebollas, no tan poca como los tomates pero mucho menos que los pimientos.
- Las berengenas, quizás algo más que las cebollas pero no tanta como los pimientos.

Dada que las vocación de horticultor se ha mostrado con fuerza inusitada, y aprovechando la sinergia de la instalación de riego ya en funcionamiento, hemos adicionado una extensión a la derivación realizada para el riego del limonero y de los dos naranjos ya plantados, y hemos plantado tres nuevos naranjos y colocado sus respectivos protectores, como mostramos en la fotografía adjunta.





martes, 18 de mayo de 2010

La romería.









Durante este día se conjugan la tradición popular, con juegos, carrozas, etc. y la influencia de los nuevos tiempos con grupos musicales, caseta, celebración durante la noche, etc. Celebrada el 15 de Mayo, la Hermandad de San Isidro ha incorporado a esta fiesta el recorrido hasta la cerca andando o en carrozas preparadas para ese evento. Dicho recorrido comienza en la Plaza del pueblo donde se reúne todo el mundo para acompañar a San Isidro hasta la cerca, durante este trayecto se hacen varias paradas para comer, beber y sobre todo para hacer el camino más ameno y pausado, ya que participan gran número de niños y mayores, todo esto ocurre el primer día. El segundo día de esta Romería lo dedicamos por completo a estar con nuestros amigos y vecinos, comiendo y bebiendo a la sombra de nuestras encinas,  algo tradicional en nuestro pueblo. (fuente www.cabezalvaca.es).



domingo, 16 de mayo de 2010

Tercera entrega del diario. Tutorado y apertura de nueva línea.

Tras una semana sin visitar el huerto, nada más llegar pudimos comprobar con satisfacción como el sistema de riego automatizado había funcionado a la perfección; es más, demasiado bien, pues entre las lluvias, los 40 minutos diarios y los goteros de 8 litros, el lugar estaba absolutamente encharcado. La experiencia semanal ha demostrado la eficiencia de los goteros, pues disponiendo de 2000 litros, contando con 50 goteros de 8 litros y 4 de 4 litros, se ha debido regar a razón de 266,66 litros/días, luego la autonomía teórica de los depósitos con este volumen es de 7,5 días; pues bien, volvimos al cabo de 7 días exactos y en lo depósitos había un 10% del total del agua almacenada, luego la conclusión es palmaria: todo funciona debidamente y los goteros riegan lo que dice la caja.

El estado general de todo era de poca vigorosidad, más bien de languidez, pero todas las plantas, excepto dos de las tres de sandía, habían crecido. Las que más, las tomateras trepadoras y los pimientos de asar, tanto, que se planteó la necesidad inmediata de tutorarlas.

Previendo lo anterior, el horticultor se había pertrechado de cañas de bambú, que se utilizaron para instalarlas en las tomateras a modo de tienda de campaña, y unidas por cuerda de cáñamo, donde con cuerda muy fina, atamos suavemente el tallo de las plantas.

Además de las tomateras, también tutoramos los pimientos de asar y las berengenas, que también había crecido hasta casi el doble de su tamaño, como se puede apreciar en las fotografías insertadas.

Pero la verdad es que teniendo espacio (la finca tiene 150.000 metros cuadrados), conocimiento y ganas de probar, no nos pudimos conformar con tener cinco líneas tan solo y habiendo sabido que Juan de Manolín traerá esta semana plántulas de calabacines y de pepinos, tras terminar la tarea anteriormente descrita, comenzamos a cavar una nueva línea, esta vez con bastante menos dificultad dado que disponíamos de un extraordinario pico que habría la tierra con inusitada facilidad; tras terminar de abrir el surco, colocamos la línea de riego, quedando todo terminado y preparado para ampliar la plantación la semana que viene.  

Dado el estado de encharcamiento y tras realizar las lógicas deducciones fruto de observar detenidamente la situación, nada más llegar cortamos el riego y la verdad, es que hoy, tras dos días de descanso de agua y con la subida de temperaturas de este fin de semana, las plantas han cambiado de aspecto y la conclusión es que necesitan menos agua. Hemos cambiado los goteros de las cebollas, por  unos de 4 litros en lugar de 8, y hemos reducido el riego a la mitad, es decir, 10 minutos a las 8.15 a.m y 10 minutos a las 8.15 p.m. Si todo funciona como esperamos,  la semana próxima las plantas deben haber crecido y en todo caso, planificaremos un primer abonado en breve,

viernes, 7 de mayo de 2010

Diario de un horticultor. Segunda entrega. La siembra

Tras la compra de plantones de semillas, llegamos al huerto con la intención de terminar la instalación iniciada la semana anterior y realizar la plantacion.
Afortunadamente, me acompañaban dos buenos amigos, A. D-L y L.E, el segundo ingeniero agrícola con amplia experiencia en huertos, y el primero, gallego de nacimiento, conocedor profundo de la huerta.
Nada más llegar, y testear el terreno, ambos coincidieron en que el huerto no estaba suficientemente preparado y que era necesario realizar surcos excavando líneas de al menos, cuarenta centímetros de profundidad; dado el estado de apelmazamiento de la tierra, la tarea fue expecialmente dura tal y como se comprueba de la imagen (nótese la precisa técnica de L.E con el zacho y el esmero de A. D-L). Tras turnarnos debidamente, y siguiendo las instrucciones del experto, aperturamos seis zanjas longitudinales que fueron cubiertas con la tierra previamente sacada y con sustrato natural, quedando finalmente configuradas las seis líneas sobre las que realizar la plantacion.
Una vez realizada la tarea principal y más dura, realizamos el obligado descanso para degustar varios botellines de cervezas bien frias, y tras ello, de nuevo manos a la obra, colocamos los empalmes a las goma principal de riego de 16, y colocamos las  6 "t" desde las que parten las seis líneas que terminan en tapones finales; las seís líneas fueron enderazadas clavando estaquillas de madera y atándo los extremos con cuerdas.
Terminado lo anterior, nos fuimos al pueblo, concretamente al Bar Parada, donde tomamos algunos vinos y disfrutamos de una amena tertulia con parroquianos y tras ello, acabamos comimos en el Bar Ramón unos extraordinarios huevos de granja, con patatas, pimientos y presa.
Tras la comida, comenzamos la siembra realizando un pequeño agujero con las manos en el surco (la tierra estaba fenomenalmente preparada), e introduciendo uno a uno los plantones en las líneas, los apelmezamos debidamente y aportamos por encima una pequeña cantidad adicional de sustrato.
Finalizada la plantación, instalamos uno a uno cincuenta goteros, ocho en cada línea excepto en una, que instalamos diez; la verdad es que esta taréa llevó mas tiempo del esperado porque había que asegurarse su correcta penetración en la goma, y cuando ello estuvo terminado, abrimos el agua para comprobar que todo funcionara correctamente, y la verdad, cual milagro, todo funcionó a la primera y al agua salía abundantemente por cada uno de los cincuenta goteros autocompensantes de 8 litros/hora cada uno, como se aprecia en las fotografías acompañadas.

El huerto, de izquierda a derecha mirando desde norte a sur, arranca con una línea de tomates rastrojeros, una de pimientos de freir, otra de pimientos de asar, otra de tomates trepadores, otra de cebollas con una planta de sandía al final, y una última de berengenas con dos de sandías al final.
Dado que contamos con dos depósitos de mil litros cada uno, y dada la cantidad de agua que salía por los goteros, probaremos esta semana regando cada doce horas veinte minutos cada vez. Si dentro de una semana las plantas siguen vigorosas, reportaremos debidamente la tercera entrega de esta apasionante aventura.

domingo, 2 de mayo de 2010

Diario de un horticultor. Pimera entrega.

Tras leer "Cándido", de Voltaire, y reflexionar sobre su sentencia "el secreto de la felicidad reside en cultivar tu propio huerto", no lo pude resistir por más tiempo y me decidí a iniciarme en el apasionante mundo de la horticultura, y por ello, este mismo fin de semana me puse manos a la obra, previa adquisición de los materiales imprecindibles para ello y recopilación de los distintos trastos y restos que suelo acopiar sin distinción.
La primera y más compleja tarea, fue diseñar el sistema de riego que me permitiera, por gravedad, transportar el agua previamente almacenada en un punto elevado de la finca, siendo el principal problema el no contar con depósitos donde almacenar el agua ni con modo alguno de conducirla desde la tubería general del pozo que abastece la casa.
Tras varias indagatorias, contacté con Juanma Valero, quien vende depósitos de mil litros de segunda mano por 70 euros, cuando nuevos valen alrededor de 500, y le pedí que me llevara dos a pie de finca, lo que hizo amáblemente en su camión el sábado a las 9.00 horas, tras el tradicional café y copa de anis seco en la gasolinera de Pepe.

Con los depósitos situados en el punto más alto de la parcela interior que delimita el espacio entorno a la casa nueva, los calzé con balsodas de barro y ladrillos sobrantes de la obra hasta nivelarlos, y tras ello, Tobías Fabían me instaló una llave de "t" metálica que le engargué para desviar el agua desde la arqueta donde está la tubería que viene del pozo, hasta los depósitos, y desde la cual, instalé 40 metros de goma agrícola de 40 hasta alcanzar los mismos, como se puede ver en la fotos adjuntas.

Una vez llevada el agua a los depósitos, conecté ambos por la boca de salida, con otra "T", de goma, reduciendo a 3/4, instalandole a la salida un programador de riesgo, con el cual a su vez, reduciendo desde 20 a 16, conseguí por fin conectar 125 metros de manguera agrícola de 16 (grafiamos la descripción efectuada con otra fotografía ilustrativa).
Tras descansar brevemente para reponer fuerzas, ya por la tarde, tracé el recorrido de las gomas de riego por el itinerario que juzgué más favorable para el trámisto del líquido elemento, y cuando llegué al lugar previamente elegido para cavar el huerto, deposité en las cercanías el extremo de la goma; de vueltas a los depósitos, abrí el programador y con gran espectación, bajé al lugar donde posteriormente comenzaría a cavar el huerto si todo funcionaba, y efectivamente, pude comprobar como el agua manaba abundantemente puesto que la gravedad hacía perfectamente su trabajo y las conexiones de la goma, parecían estar pefectamente ejecutadas.
Inmediatamente, y sin más dilación, tomé el azadón grande, el pequeño, el pico y el rastrillo, y durante aproximadamente cuatro horas sin parar de cavar, conseguí eliminar toda el pasto existente en el terreno elegido, arranqué las raices de las malas yerbas, rastrillé las piedras y al final, ya atardeciendo, se mostró ante mi el soñado huerto (eso si, no muy grande, sobre 15 metros cuadrados aproximadamente, tal y como pueden colegir de la fotografía adjunta).
 Terminada toda la tarea, ya de noche, este cronista tuvo el placer de disfrutar de su botellín de cerveza bien fría, bajo un espectacular manto astral, a píe de huerto, aunque en honor a la verdad, el cansacio acumulado y los callos en las manos, hicieron que el reencuentro con morfeo tuviera lugar más temprano que en otras ocasiones, siendo ello determinante de un placentero y profundo sueño.

Al alba, y tras la obligada visita a la churrería, se reanudaron los trabajos, en esta ocasión, tendentes a instalar algo parecido a un cierre perimetral alrededor del huerto, para evitar que las ovejas destrocen lo plantado en caso de que entren dentro de la parcela para limpiar la hierba cuando seque.
Ciertamente, esta ha sido otra parte complicada de los trabajos,, pero afortunadamente, y siguiendo los consejos del difunto D. Mariano, en la finca Los Músicos no se tira nada, y tomando hincos de aquí, trozos de malla ganadera de allá, restos de palos, cuerdas y alambres, conseguí construir una especie de vallado que ciertamente, hace que tras todo lo descrito, el trabajo final se parezca bastante a lo previamente imaginado.

Como tarea final, y siguiendo los doctos consejos de mis colindantes, removí de nuevo toda la tierra, volví a quitar piedras, tracé varios surcos, y apliqué un herbicida doméstico pulverizando toda la superficie, dejando el terreno preparado para que el próximo fin de semana, comiencen las tareas de siembra, de todo lo cual, realizaremos la pertinente crónica con su resultado.

Por ahora, existe aprovisionamiento de semillas de pepino, calabacines y cilantro, pero Juan, de Manolín, ha prometido que el próximo viernes ya estará los plantones de tomates, lechugas, cebolletas y resto de variedades en el pueblo.