Tras recibir distintas lecciones de expertos técnicos locales en materia hortofrutícola, en las últimas dos semanas hemos controlado debidamente el riego, hemos pinzado las tomateras, removido la tierra, esparcido algo de abono orgánico, y tras las citadas tareas y las altas temperaturas, parece que la mayoría de las plantas se han decidido a apuntar hacia el orbe.
Respecto al resto, las cebollas siguen a buen ritmo, las berenjenas se han desperezado de su inicial letargo, dos pepinos y un calabacín que a modo de espontáneos se han colado en la huerta avanzan a buen ritmo, los pimientos han crecido insignificantemente y las lechugas, en honor a la verdad, hemos de decir que siguen igual. Dejamos algo de testimonio gráfico, resaltando que ya las tomateras han comenzado a florecer.
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