lunes, 13 de septiembre de 2010

Hornos de leña; reportando sobre el instalado por un vecino de nuestra localidad.

El horno de barro es un domo que se construye en el exterior, con barro o adobe, posee una entrada frontal y un orificio a modo de chimenea en la parte trasera (a un costado) para dejar escapar los gases de combustión. Para comenzar a utilizarlo se carga con leña, se enciende y se calienta por alrededor de una hora. Cuando se determina que se encuentra listo para cocinar se apartan las brasas a los costados de las paredes y se introducen los alimentos. Se tapan tanto la entrada como la chimenea para conservar el calor y se espera a que esté listo. Como se darán cuenta esto es muy diferente a la clásica forma de cocinar un alimento en una parrilla y también en un horno de cocina, ya que la leña le da un sabor inigualable a los alimentos. Se puede cocinar todo tipo de preparaciones, desde pizzas y empandas hasta asados, pollos o cerdo.

En la fotografía que arriba les reproducimos, pueden ver el extraordinario horno que nuestro vecino J.R.C ha instalado en su propiedad rústica, comprado en Zamora (en www.pereruela.net pueden examinar el producto en bruto) y magistralmente construido por nuestro maestro albañil local, Pedro Macías, el cual, para probar su funcionamiento, regaló un lechón al propietario.

Tras matarlo a degüello (el guarrito pasó a mejor vida tras herida inciso-contusa de precisión carnicera), nuestro anfitrión y su esposa, S.M, nos invitaron a probarlo una vez asado sobre brasas de encina. El producto final, es el que les mostramos:

Dado que la ocasión lo merecía, el cochinillo fue deglutido acompañado de un Viña Ardanza reserva del 98, platos de jamón de cerdos criados en la propia finca, y como resumen, y en prueba de la exquisitez del manjar, le dejamos foto acreditativa del estado en el que quedó el pobre animal tras transcurrir el citado evento. 


Dada la grata experiencia, no tenemos por menos que dar cuenta de la misma y en todo caso, animar a su propietario para que continúe con tan noble actividad (la de invitar a los vecinos a cochinillos asados, claro).

No hay comentarios:

Publicar un comentario